Cada año los socialistas tenemos una fecha para recordar al fundador de nuestro partido, Pablo Iglesias Posse. En la citada fecha se produjo el fatal desenlace de su enfermedad, hará 83 años, o lo que es lo mismo en el año 1925. Pasó sus últimos días en su casa de la calle Ferraz.
Su cuerpo fue velado por miles de socialistas en la capilla de la Casa del Pueblo y su entierro fue acompañado por una comitiva de 150.000 personas, que constituyó, sino la mayor, una de las mayores manifestaciones conocidas en Madrid hasta entonces.
A través de El Socialista podemos conocer las expresiones de duelo y pesar que se hicieron con motivo de su fallecimiento. Desde todos los extremos de España y prácticamente desde todo el ámbito internacional se dirigieron mensajes de pésame al Partido Socialista. Se trata de una demostración evidente de la importancia que la figura del Fundador del PSOE y la UGT tenía. Era el «abuelo» del socialismo en España e inspirador también de otros socialismos en Europa.
Ocho años después, la conmemoración de la muerte de Pablo Iglesias se celebrará en la Casa del Pueblo de León. Era 1933, hacía casi un año y medio que los socialistas leoneses habían logrado su sueño de tener un edificio donde albergar a las sociedades obreras leonesas, donde celebrar mítines, actos colectivos, proyecciones de cine y teatro, donde confraternizar con los compañeros, incluso, donde hacerse con productos de primera necesidad a un precio más económico a través de su economato.
El año anterior, a raíz de la inauguración del inmueble, un joven y prometedor pintor, de origen burgalés, pero esforzado leonés de adopción, había propuesto a la Comisión que gestionaba la Casa del Pueblo la decoración de su salón de actos. Tan sólo contaba con 18 años a sus espaldas, militaba en la Juventudes Socialistas, pero estaba recibiendo una formación excelente por las relaciones de su padre con la Fundación Sierra Pambley, por extensión con la Institución Libre de Enseñanza y con Manuel Bartolomé Cossío, que se ocupó de dirigir su formación. Se trataba de José Vela Zanetti, hijo del también socialista, Nicostrato Vela Esteban. Hacía escasos meses que había compartido espacio en los pasillos del Palacio de los Guzmanes en una exposición conjunta con otro pintor socialista, Modesto Sánchez Cadenas.
Aceptada su propuesta, rápidamente se afana en diseñar y comenzar los trabajos para realizar la decoración. Pintará cuatro estampas murales, técnica en la que se convertirá en un maestro. No es por causalidad que Vela Zanetti realizase una propuesta semejante ya que en su estancia de estudios en Madrid había tenido ocasión de ver los murales que Luis Quintanilla estaba realizando en la Casa del Pueblo de Madrid y que le sirven de inspiración en su proyecto.
Finaliza los trabajos en fecha cercana al 9 de diciembre, lo que sirve a la agrupación socialista de disculpa para situar su inauguración en dicha fecha y conmemorar al tiempo el fallecimiento de Pablo Iglesias.
Así lo recoge la prensa de la época:
La Democracia, 9 de dicembre de 1933
En la Casa del Pueblo
Los lienzos de Vela Zanetti y el aniversario de Pablo Iglesias
Los lienzos de Vela Zanetti y el aniversario de Pablo Iglesias
El sábado se celebró en la Casa del Pueblo un acto, netamente cultural, pero en el que, a la vez, se conmemoró el noveno aniversario de la muerte de Pablo Iglesias. Se trataba de inaugurar los lienzos murales colocados en el salón grande de dicha Casa del Pueblo a cuyo efecto el joven pintor Vela Zanetti y Alfredo Nistal pronunciaron, sobre todo éste último, interesantísimos discursos de los cuales damos el siguiente extracto:
«José Vela Zanetti empezó diciendo que los jóvenes en estos momentos prefieren hacer historia a estudiarla, sin querer decir que la desdeñen, ya que la Historia es el acto que dedican a la memoria del apóstol del socialismo español Pablo Iglesias. Dice que el arte nació con el pueblo, pero que día tras día fue monopolizado por la Iglesia (citando él como muestra el Renacimiento), por los reyes, citando el gran perjuicio que estos causaron a la música, que solamente despertó en la última etapa del Romanticismo, con Hilarión Eslava, Chapí, Bretón y otros. Dice que muchos le preguntan cómo puede ser marxista, siendo el artista el único admitido dentro de la aristocracia, y él contesta demostrando que para el pintor el ideal es tener un estado marxista que le sustente para crear libremente, mientras la aristocracia impone sus gusto, y así para el que realice una pintura de emoción social y humana se morirá de hambre, pues la burguesía no puede decorar sus salones con sus propias víctimas. Así sucede que en España se hace una pintura de pandereta y cuando se quiere ir a Castilla se hace también una pandereta castellana, como la de Zuloaga con sus cristos sangrientos. Continuó dibujando el espíritu artístico del momento, y dedicando unas palabras a la escuela, que según él tiene que estar impregnada de un sentimiento artístico, así como de un sentido artístico, así como el arte de un alto sentido pedagógico.
Cita el cine como elemento educador, y detalla el ruso que camina en primer lugar del mundo con los directores Poudokin, Osep y otros.Se ocupa de los artistas en el movimiento actual y dice que tienen que ser capaces, y él por eso pinta estos lienzos para la Casa del Pueblo, con la esperanza en que hagan pronto realidad viejos de tema, pues entonces habría desaparecido la triste realidad que él intentó poner en su obra proletaria».
Se levanta hablar Alfredo Nistal. Comienza diciendo que aunque nunca ha sido partidario de las improvisaciones, la Juventud Socialista, invocando un deber de disciplina, le ha obligado a hablar sin previa preparación. Dice que el Arte tiene su fundamento en la posesión del más preciado don, en la posesión del ocio. (…) Pero los que han de dedicar todas sus actividades a trabajar para vivir, les han de estar vedados estos bienes. Las puertas del cielo están cerradas para sus esclavos. ¿Existe o puede existir un arte proletario? El arte es siempre fiel reflejo de las costumbres y psicologías de las clases dominantes. (…) Cree que necesariamente ha de surgir el arte de la clase que se prepara a dominar el mundo, el arte proletario. No cree que hasta hoy exista tal arte puesto que por razones ya indicadas no se encuentra en condiciones el proletario de pagar su arte. En Rusia misma, a pesar de sus esfuerzos, aún no se ha conseguido producir arte proletario, sin que eso signifique que fracase, pues ya se nota en el cine que vuelven al camino de producir verdadero arte. El cine ruso se vuelve a trabajar por equipos prescindiendo de artistas profesionales e individuales cuya labor más importante es la de conseguir eso que en términos burgueses se llama la gloria». Terminó Nistal su intervención ensalzando la figura de Pablo Iglesias y exponiendo la estrategia del partido: «El socialismo en España sigue en su curso histórico tres etapas, la primera la del apostolado, le corresponde de pleno a Pablo Iglesias. La segunda que es aquella en la que el socialismo ha adquirido un volumen no suficientemente grande para adueñarse del Poder pero sí lo bastante para que no se pueda gobernar sin contar con él. De esta segunda etapa acaba de salir, a su juicio airosamente, encontrándose en la actualidad en la última y la más difícil».
Se componía la obra de Vela de cuatro paños murales dedicados a la tierra, el mar, la mina y la construcción, temas que no le serán ajenos en su producción pictórica posterior. De ellos conservamos tan sólo imágenes de los correspondientes al mar y la construcción, que se reproducen. Todos ellos fueron destruidos con motivo de la incautación de la Casa del Pueblo en julio del 36 por los militares sublevados, que se realizaron con diligencia la labor de no dejar ni huella de ellos.
Celebramos por ello en esa fecha dos acontecimientos para el socialismo leonés, por un lado la perdida de Pablo Iglesias y por otro, el inadvertido 75 aniversario de la inauguración del los murales de la Casa del Pueblo de León. No es una cuestión baladí, ya que la memoria de los socialistas actuales no contempla el segundo hecho, ni siquiera en algunos casos el primero y hay que actualizar este tipo de celebraciones para que los nuevos socialistas conozcan la trayectoria de nuestra organización y los hitos más importantes de su historia.
Quizá los murales de Vela en el contexto general carezcan de una importancia vital, pero en su vida fueron importantes, en la vida del socialismo leonés marcaron un hito, como lo hizo también la Casa del Pueblo. Sobre todo cobran mayor interés por la importancia que como artista llegó a alcanzar José Vela Zanetti, mundialmente conocido por su mural en la sede de Naciones Unidas en Nueva York. Además queremos destacar el factor simbólico que supuso su destrucción para los sublevados, pues su afán de hacerlos desaparecer demuestra que no solo querían destruir las imágenes que representaban sino los principios que las habían inspirado.
Celebremos ambas efemérides, aunque tan sólo sea dedicándoles un breve pensamiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario